lunes, 28 de octubre de 2013

MI FORTUNA [22]

MI FORTUNA [22]

A veces pregunto por mi fortuna:
¿Qué tanto poseo y puedo valer?
Pero entonces recuerdo a los que se han ido,
sus tantos afanes en la vida fueron vanos,
desaparecieron en el instante de la lluvia
cuando más feliz danzaba la mariposa.

Cuántas veces de llorar nos vencemos
y de reír mucho nos agotamos…
De tanto gozo se cansa el cuerpo,
de los afanes se hieren los pies
y se duermen las manos.

Mi fortuna es tu amor…
Eres danzante estrella en mi camino,
verte salir en medio de las montañas,
mi abrigador amante,
lucero encendido
que a las violetas pálidas das abrigo
y a las rocas sosiegas,
con un beso de olas frescas.

¡Cuántas riquezas al abrir los ojos!
¡Cuántas al cerrarlos!...
Tengo las manos y los pies completos,
mis ojos para ver la inmensidad del bosque
y el insondable océano,
copiado de azules que marcan tu iris.

Mi gran tesoro, buscado en días aciagos,
tan añorado si la carcajada regresa
y tan olvidado, al creernos seguros,
pero loca es la fantasía en movedizas arenas,
la vida danza por una cascada
y con la lluvia en una mirada
desaparece…

Allá están los anhelos,
dentro del vientre de mi madre.
Tierra morena, pisoteada…
Niña oscura de ojos tristes,
que a pesar de todo,
hace brotar un sueño
y tiñe de púrpura las rosas
en interminables inviernos.

Fortuna, tesoro todo
que se roba el encanto de la vida
para transformarla al rato
en una flor danzante,
en un sueño repetido
en cada estación del tiempo.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, octubre 28/13

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