ENTRE LAS RAMAS [118]
No
hubo proyectos al decidir plantar un jardín,
simplemente
todo fue, se llenó de color y vida,
abrieron
las flores del campo,
los
ángeles voladores iniciaron su poesía
y
el hombre nada veía, ni escuchaba.
Caminaron
los que buscaban praderas;
nadaron
los que apetecieron sus aguas,
cantaron
con sus eternas orquestas,
lloraron
con sus adobadas lágrimas,
callaron
sin ser escuchados
ante
la indiferencia reinante.
Desaparecen
lentamente...
Los
ojos se inundan como las viejas montañas
y
seremos consumidos por bosques de cemento.
Muchos
se levantan, /pareciera una lucha de brazos caídos.
Empieza
a llover en los corazones,
pero
siempre estarán desérticos,
comienza
la tala de árboles sin freno,
planicies
cultivadas de palmeras
y
la vida expira, con todas sus flores,
con
todas sus galas…
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
octubre 5/13
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