viernes, 25 de octubre de 2013

DE CORALES [28]


DE CORALES [28]

Con mi vestido rojo,
los corales en el cielo extendidos,
recorrí de nuevo el sendero
allanando del vértigo mi destino.

A paso lento voy llegando
¿A quién buscaré cuando te pierda?
¿Tendrá mi alma, alas de seda escarlata,
y podré volar como las garzas?

A un paso del precipicio,
a donde se eleva el pensamiento pasajero;
abre el corazón ante mi duelo
y extiende la lisonja de tus manos,
para buscar el arroyuelo fresco
en donde escurran mis perlas
por tus labios.

Salobre vida,
aquí la maravilla acaba,
el dolor quebranta y las espinas duelen,
más todo se mezcla
entre las pavesas del camino,

o todo nos acerca a ese fin tan merecido,
si la torre es alcanzada cuando mueres,
y resucitas en un barco nuevo
lejos del mar  o cerca del infierno.

Pero nada temo…
Viví a la sombra del camino;
descubrí el brillo de las amapolas
y los rosales se tiñeron de escarlata,
cuando creí morir entre tus brazos.

Pero el amor se alejó
sin ser destino,
sin ser amarra ni sueño,
para buscar en otro invierno
gotas de sal en brillantes ojos,
y caricias de mentiras
en otras manos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 21/13




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