jueves, 19 de septiembre de 2013

MANOS DE RAFAEL [63]


MANOS DE RAFAEL [63]

Bonitas tus manos, merecen un poema, lindas porque saben crear imágenes, sombras, detalles para otros, así como el roble nos regala cada otoño su deshoje, y al momento, flores incontables, al instante sus frutos y semillas, para retornar ante la lluvia a ser como un joven, tan lleno de hojas frescas, que nos  conmovemos ante sus maravillas, y nuevos brotes bajo sus plantas.

Maravillosas porque han labrado caminos a punta de gotas de lluvia, caminante que has dejado huellas de amor y paz, y por cada retazo de cielo, has pintado un sueño, lo has descubierto con el vuelo de las gaviotas al recibir  bocados y cariños lanzados al viento.

Me gustaron porque son manos de artesano, se queman para formar un rostro lleno de vida, una imagen que nos dirá muchos secretos, y entre todos, el de una pequeña hormiga, la mejor de todas las historias del camino, donde un viejo me contaba, lo que ellas le decían.

Las manos saben de amor, conocen cada rincón, descubren cada latido del corazón, y nacieron para sembrar no sólo caricias, para abrazar nuestro propio cuerpo en medio de la soledad, y se dejan llevar como invisibles hadas de colores hacia nuestros mágicos mundos, donde queremos cambiar el odio por la paz.

Una letra escriben tus manos siempre con bondad, y de cada una se recoge de su siembra, con la abundancia de una vida, una historia que al paso del tiempo nos vuelve como los vinos añejos: ¡mejores!... sin importar las penas o las heridas del ayer, sin interesar cuántos pisotearon nuestra cosecha, para finalmente verla florecer.

A tus manos dedico un poema Rafael, pues merecen ser conocidas porque son las creadoras de tus obras.

Benditas manos, porque están juntas, porque la vida nos regaló el don de mantenerlas para que fueran enredadera entre los robles, y ardientes cascadas ante el beso de una mujer.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, septiembre 18/13

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