martes, 3 de septiembre de 2013

FLORECEN CARDOS L3R [137]


FLORECEN LOS CARDOS L3R [137]


Un despertar hermoso, ver florecer los cardos
sin importar si es verano  una eterna primavera,
y los encontré virando hacia el sol de sus mañanas
con púrpuras brillantes que brotaban del alma.

Vi florecer los cardos ante una lluvia de ojos;
sus espinas fueron dagas en un ayer silencioso,
repitieron los días un húmedo corazón
que con su tierno verdor, eternizó en una flor,
aquéllos duros tiempos de dagas y mortajas
para proteger a su dueña.

Vino una abeja pequeña a llenar de dulzor
y entre sus patitas llevó, oro puro a otro desierto,
duplicó sus espinas sin doblegarse ante el sol
sino que rendida quedó, al ofrecer otras flores
en tan irrepetibles momentos.

Cuando florecen los cardos, parece que vinieras tú,
alguien una daga clavó en tu amante pecho
y de allí brotaron púrpuras flores,
que robaron tu aliento
mientras quedó el aposento a tus aromas rendido,
y me quedé viendo a tus ojos de un verdor infinito
entregando a  la nada,
tu amado crucifijo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 3/13


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