DILE 2 [84]
Dile a Dios, qué es lo que deseas,
y cierra los ojos...
Le pedí anoche un jardín hermoso,
donde pudiera descansar,
una campiña de miles de árboles,
una gaviota, un cantar...
Pregúntale al viento de hoy.
Me dijo que todo lo que soñamos
lo alcanzaremos.
Entonces abrí las alas,
y sobre
un inmenso árbol descansé.
Una oración eran las montañas,
tan inmensas y divinas, llenas de colores,
que bajé mi rostro con una sonrisa,
y miles de flores
parecían quinceañeras
perfumadas y felices.
Busqué tu boca
estaba junto a la mía al pensarte.
Busqué un lago cristalino de verde color
y mis ojos estaban en los tuyos
y los tuyos en los míos.
Doblé las rodillas y bendije éste día,
un nuevo segundo buscando ser feliz
y tomé tu mano entre los sonidos del bosque,
besé tus labios y un panal de miel descubrí.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 15/13
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