viernes, 27 de septiembre de 2013

COMO UN POTRO [11]

COMO UN POTRO [11]

Me contento si veo un caballo recorrer libre la llanura,
si escucho la música de Marradi, Cortázar.
Mi corazón parece el de una paloma asustada
con miedo al amor, pero dispuesta a seguir soñando,
porque la vida es un potro salvaje tan hermoso,
que deseo estar aquí por una eternidad para buscarte.

Pienso en la muerte siendo ese dolor lejano
que nos acerca a una verdad.
¡Corre potro salvaje!... aléjate y sube la montaña más alta,
te esperaré en la cumbre,
te añoraré en el silencio de mi alcoba,
entre verdes pastizales estaré contigo algún día,
sin más afán que la lluvia fresca
ni más consuelo que todas las bullas juntas,
todos los dorados del bosque,
y los amarillos conjugados con los rojos.

Sé verbo y sustantivo para amarnos…
Sé cantar de golondrinas agitando las nubes de paso.
Me ciego ante tu piel, cual  blancura de la nieve sobre los cerros…
Me nutro de los rayos de luna,
los besos de sol que aseguran un futuro al bosque;
soy el abono para tus ojos, eres la vida para los míos…

Quiero seguir soñando, hasta después de todo…
Quiero seguir amando, hasta que pareciera terminar,
y con mi hálito final, sacar las espinas que me duelan,
para quedar contigo sobre un arenal
donde florecen hiedras de colores
y aferrarme como ellas,
a tus playas, a tus montes.

Quiero ser una contigo,
buscar el abrigo de las estrellas
viéndolas en el infinito,
que nos acerquen al verdadero amor
pidiendo todos los deseos, 
abrazados,
siendo esquina y orilla, 
principio y fin,
amándonos…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 27/13 




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