domingo, 18 de agosto de 2013

YO TAMBIÉN [59]

YO TAMBIÉN [59]

Quise entre mis sueños navegar, viajar, conocer un paraíso
mis ojos se extendieron hacia la selva entre tus piernas,
como el poeta busqué la montaña más elevada
para dejar en ella un poema, y tallar con un beso mi amor
en tus deliciosos y perfumados caminos.

Te veo oculto entre las ramas verdes…
Te escucho en el cantar del sinsonte, elevado sobre la más alta rama
y en un instante, cuando el sol depravado sobre los arenales
encadenado al paisaje lleno de brisas y cantares,
pareciera huir hacia otros Lares,
te descubro mi amor, sin alcanzarte.

Yo también tengo pasión… no está muerta la piel,
mis ojos buscan el negro oscuro oculto entre dos fuertes ramas,
también deseo besar las flores de tus pechos
como si fuera un volcán a punto de proclamarse lluvia de estrellas
o si fuera una roca escondida, donde un diamante se oculta…
Detallo las flores abriendo en el camino,
un suspiro de brisa me trae tu olor,
pinos tiernos, como brotes de ramitos de azahar entre mi boca,
masticando cada gota de rocío de tus ojos,
y descubriendo que también a veces lloras.

Sí, yo también quiero elevar mi cometa, pero se estrella cada tanto
se enreda entre las sombras oscuras de la noche
y no puedo llegar hasta tu campo santo.

Y descubrí una mariposa azul, te vi corretear tras ella,
en tanto un poco de rubor y de tristeza,
un instante  tras otro termina pronto en llanto…

Una cascada de nuevo, dentro de mis pocas y repetidas letras
un sendero que sólo a mi corazón se inclina,
tu boca mi amor, me invita, a dejar un nuevo verso,
tu sentimiento ajeno a mí, me fuerza a inventar una historia
y los pasajeros voladores de mis instantes pasan
dejando una pequeña pluma de colibrí en mi ventana.

Y también puedo decir que siento…
Envejece la piel, ¿pero acaso puedes creer que el alma es una niña?,
acaba de nacer radiante, abrió la celda donde prisionera estaba
y voló hasta tu elevada rama, para dejarte un te quiero de improviso.

Quise borrar un beso, pero comprendí que nada borra el amor
esos labios conjugados en tu lengua, hacen rima de versos con los míos.

No se borrará el sabor dulzón del amor que habita en mi alma
pero mañana, si vuelo hacia un espacio de blancas lunas y encendidos luceros,
comprenderás que el amor es una locura,
la mejor locura como planta siempre viva
que habita el universo.

 Raquel Rueda Bohórquez
 Barranquilla, agosto 17/13 
Publicado por  RAQUEL     en  14:46

 




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