domingo, 18 de agosto de 2013

VIENDO AL MAR [56]


VIENDO AL MAR [56]

 La vida es un antojo diario,
 perdida voy añorándote,
 animada con un nuevo día
 con el mismo árbol de flores amarillas,
 con los tonos violeta de un destino
 y tú, amor mío, a la vera del camino.

 Rayan del sol sus mágicos instintos,
 se repiten las mismas letras de un pobre diccionario
 manos de cansinas pecas y dolores añejos
 como un vino caro sin servir,
 y un deseo de continuo sin ser llenado.

 Almas solitarias, ¿acaso estáis tristes?
 De un bolero entre tu cintura me antojo,
 de una flor marchita que busca miel en tu boca,
 de una caricia perdida en la distancia.

 Perpleja estoy, viendo hacia el infinito azul,
 descansada en una noche sin sueños,
 un despertar de luces doradas en mi rostro
 una lágrima, un libro negro, un escapulario.

 Pero entorno la mirada a mi presente
 no hay queja por ti, pero un sí por mí,
 al no estar repetida contigo en la distancia
 en un jardín de flores invencibles,
 que resucitan de nuevo, al caer la tarde.

 Raquel Rueda Bohórquez
 Barranquilla, agosto 16/13
Publicado por  RAQUEL     en  15:06  

 

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