¡SÍ, AHORA! [44]
Tráeme el vestido de seda
con pequeñas aves voladoras,
deja el café caliente sobre mi pequeña mesa
y dibuja una sonrisa,
¿no vale acaso la pena?
Deja de llorar, y desnúdate ante todos
para que descubran que no eres la perversa,
y entre tantos años de iniquidad,
aún puedes perdonar.
Ahora,
necesito que estés aquí...
Ya
enrollé mi lengua de víbora,
pero me
di cuenta que no era mía,
era del
tiempo, de las carcajadas
que
creí, me pertenecían.
Tomaré todos mis trajes de muselina azul,
rojo, violeta...
No he
soñado con algo más que tu mirada,
ni
siquiera una joya me importa más que tus ojos,
ni otra
riqueza más, que besar tu boca.
¿Crees
acaso que lo mío era mentira?
¿Figuras que mi amor es un poema?
Si
pudieras mirar un poco al fondo de mi lago
descubrieras
una flor de loto cansada,
estuvieras aquí, mi amado colibrí de alas
azules,
un poco
de miel palparías de mi alma.
Quiero verte, sería feliz ahora...
En el instante que tu boca me declamara un
verso,
puede ser una mentira, para mi contento,
pero con todo lo que se lleva el viento
conforme estaría, al saber que eres mi poema,
mi diario verso al despertar
hálito al dormir, imaginándote entre flores
amarillas
desnudando mi piel entre la tuya
en un vaivén de jardines flotantes de la
primavera.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 19/13
Publicado por
RAQUEL en 18:43
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