viernes, 16 de agosto de 2013

BOTAS AZULES [73]

BOTAS AZULES [73]

 ¡Allá va el chico rubio de botas azules!;
 en un cañaveral le veo cantar,
 en un río revuelto se mezcla con el peligro
 y una víbora escondida,
su pie parece hincar.

 Nada detiene a mis azules botas,
 con fuerza de gorrión anida en mi ventana,
 trina suave, feliz de existir,
 y moja de a poco sus marrones alas.

 Canta sobre un roble, ¡igual que si fuera un guadual!
 Reconoce la voz del amor en medio de tonadas,
 nada le espanta si aparece un ruiseñor,
 y sin duda, trina suave, con su voz calmada.

 Picotea un poco de granos que caen, sin prisas…
 Una mano deja cada día un rincón con sus cariños,
 pero el juguetón muchacho de botas azules,
 no pudo cantar en su vejez, cual si fuera un niño.

 No fue su destino volar como las águilas,
 un feroz invierno robó su juventud.
 Era mi muchacho para el cielo,
 para una jaula de plata engalanada de tules
 adormecido entre nubes escarlata y estrellas azules.

 Raquel Rueda Bohórquez
 Barranquilla, agosto 16/13

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