¿QUÉ
DESEAS? [111]
¿Después
de tantos años, dices que me amas
con
el desdén de tus miradas arrogantes
que
entre cántaros de hiel inundó un río,
palideciendo
el amor con la distancia?
¿Dices
después de tanto tiempo,
que
todo fue un error de juventud?
Una
y otra vez perdonaba tus insultos,
una
y otra vez tus insolencias...
De
nuevo otra mujer ocupaba tu mirada
usurpando
hasta mis derechos en tu almohada.
¿Dices
que todo cambiará de ahora en adelante?
¡Ya
no me importan tus caricias,
ni
tus besos mentirosos!
¡Sigue
revolcándote con cuanta mujer de la calle!
¡Sigue
ufanándote de tus poderes de macho!
Hoy
he mirado a mi interior...
Ha
madurado la fruta sin tocar,
se
desnudó la piel una y otra vez,
en
espera de la gracia de un beso.
Se
achicaron mis ojos de llorar
y
el amor si existió alguna vez, ¡murió!
Puedes
correr tras de una falda y otra,
desear
de las ricuras entre sus piernas...
Puedes
pagar con tu dinero sus favores,
¿Acaso
me importan tus caricias de mentiras
y
la falsedad de vida que me diste?
¡Corre!...
hasta los celos murieron...
Estoy
viendo hacia la montaña con ojos brillantes,
pueda
ser que persiga un lucero de voz apacible
o
tal vez... que muera solitaria,
pues
no nací pegada de tu piel.
Pero
no será otra vez
que
te permita regresar al nido
donde
finiquitó el tiempo.
La
orquídea ya no te desea,
otros
asuntos de más altura,
me
quitan el sueño.
¡Coge
tu mochila con mis deseos y lárgate!
Me
queda el recuerdo de tus hijos
que
por siempre llevarán tu sangre...
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 14/13
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