MALA
ENERGÍA [110]
Le doy la espalda a la mala energía, a la risa
burlona de quienes creí mis amigos, pero
invito a los que son sinceros a que me sigan.
Se
nos ofrece una senda llena de atajos, nada es fácil en la vida, pero podemos
sortear cada espina, cada roca puesta para que tropecemos, y agradecer también
por ellas, pues permitieron el dolor, y
a la vez, reconocer a los amigos, que nos dieron la oportunidad de practicar el
perdón.
Es
difícil conseguir la santidad, pero hacia ese camino nos dirigimos todos, en
tratar de ser cada día mejores, no en parecer, y ante todo, en quitarnos la
máscara de la hipocresía y ser nosotros mismos, para poder reír de buena gana,
pero disfrutando de los segundos que nos quedan.
Debo
vivir mi hoy, como si fuera a morir en un segundo. ¿Sabes acaso el día de tu
muerte?... Es tan segura que nadie se escapa de ella, por más dinero y poder
que tengas, por más pobreza y maldad, por más dulzura y santidad, por más belleza
o fealdad, en la muerte nos igualamos.
Raquel
Rueda Bohórquez
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