MANOS
AJENAS [182]
Hoy
es fiesta pero tengo rabia.
Es
una rabia interna que no permite el perdón,
imaginando
de mi piel desnuda de caricias,
mientras
se desperdician en cualquier rincón.
Y
me acobardan esas manos...
No
quiero ni su huella por mi piel,
es el asco de comprender
que
manosearon a otras
haciendo
fila entre machos
y
para mí su hiel.
Y
el hombre desnuda su corazón,
su
pensamiento vaga entre sus piernas,
su
cerebro se pierde dentro de ellas
quebrando
esperanzas y alegrías.
Continúa
la vida a pesar de todo,
se
da mucho o poco, ¡con tanta rabia!,
que
del trigo,
el
pan de cada día me asombra,
y
de la semilla
su
germinar bajo la sombra.
Un
espacio en blanco cada segundo.
Ahorro
la vida de un roble o un encino
pues
aparecen tranquilas sus hojas
cual
novia virgen abandonada
esperando
de las letras,
incierto
destino.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 1/13
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