martes, 30 de julio de 2013

LINDA MI MADRE [1]

LINDA MI MADRE [1]

De todas las bellezas
de todas las flores
entre diamantes y joyas:
¡Linda mi madre!…

Ella es un pedazo de Dios.
un regalo del cielo
que bajó en forma de madre
para regalarme la vida
en medio de risas y cantares.

Es la naciente primavera,
el manantial visto en sus ojos,
la pradera y el girasol escondido en ellos,
la paloma torcaz anidando,
prisionera de amor.

¡Linda mi princesa!
Cada sonrisa y cada palabra
son la voz de un ángel olvidado tantas veces
en el rincón de su mesita café
con un rosario en sus manos.

Entrañable amor, inolvidable…
Cada mirada tuya de verdes praderas,
cada palabra, trino de un sinsonte,
sin equivocarse en cada estación de la vida,
para trinar agradecida,
a ese Dios invisible y palpable.

Ella es el rosario de perlas de nuestra  mirada
la honda melancolía desde ahora
cuando la mariposa de colores fascinantes
con aura de ángel, se despide,
con los ojos bien abiertos
volando a ese sol divino
que sus labios pronunciaron.

Desteñidas están mis flores,
el arco iris pálido sin tu presencia.

Mi violeta pequeña de olor inconfundible:
Entre tus pechos abrigados
y tus mullidas piernas un consuelo,
si a la luz de los cocuyos
te vislumbro en el cielo.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 30/13

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