HORMIGA
[120]
Dame
un poco de tu rincón para vivir,
con
ahínco me impulso y puedo...
Es
la esperanza el recurso del valiente,
y
la fe el motivo que nos sostiene.
Soy
aradora en el desierto,
constructora
de madrigueras en las dunas,
habitante
silenciosa y mínima
donde
mi vida no cambio por ninguna.
Acompasado
ritmo al sonar de una guitarra
entre
tambores que se ocultan bajo tierra.
¿Sabías
que florecen hongos para mañana,
y
con esto me entretengo?
Voy
detallando cada senda,
la
hoja caída en el camino es una elegía
que
llevo a cuestas, ¡animosa!
Esa
carga perseguida para otros,
agradeciendo
a Dios por mi destino
nada
pesa porque Él toma mi carga
y
la brisa me empuja con donaire.
Me
empapo de sales marinas para hallarte,
pernoctar
contigo y descansar.
Me
arropo bajo un lecho de violetas,
me
convierto en amante solitaria
que
nace para que otros vivan,
y
vive para esperarte un poco más.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 12/13
No hay comentarios:
Publicar un comentario