lunes, 15 de julio de 2013

¡GRANDE MI JEFE! [113]


¡GRANDE MI JEFE! [113]

Aquí no hay grandes,
todos somos iguales.

¡Gigante el sol
que se entretiene con humildad
sobre los verdes pastizales!

¡Aquí nadie es gigante, no señores!...
Simples pasajeros en el tren de la vida.

Un corto viaje nos enreda en el camino,
nos esfuma en cualquier segundo,
nos resucita tal vez en otra esquina.

Aquí no hay doctores de leyes, ni corbatas de oro...
No hay reinas que estén sobre el sol como María
ni diosas que destruyan la maldad,
pisoteándola como ella,
pues lo único que vence al odio es su amor.

Los únicos grandes están de rodillas,
doblan el cuello con ligereza las garzas
y reciben un premio bajo sus pies.

Levantan vuelo las águilas
y bajan a buscar tibio sustento.

Aquí todos tenemos que agachar la mirada
para tomar el alimento sobre la mesa
y elevarla  para tragarlo…

Agradecer a mi Jefe,
grande entre los grandes,
pequeño se hace entre los humildes,
que serán los ilustres
junto al sol de mis mañanas.

¡Nadie se envanecerá más que los lirios del valle!
¡Nadie perfumará más que las flores!

Nacen en cualquier rescoldo del camino, las siempre vivas
muriendo con  las mariposas engalanadas
que desde su fabricada cárcel resucitan
para desaparecer al rato,
cuando más felices bailaban.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 14/13  

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