GOTA
DE ROCÍO [67]
En
una gota de rocío cabe el mundo,
en
el oasis de mi corazón tu amor.
En
la corriente inspiradora
que
me hace bendecir por tus ojos
y
agradecer por el sol
guardo
el perfume de la ilusión.
Amor
mío, una fantasía loca me asiste.
Guarda
la vieja tus cartas
que
se añejan en el baúl del tiempo.
¡Pero
no importa!,
ahora
todo es necedad,
apremian
las palabras,
el
tiempo se acorta,
enmudece
mi voz y tengo miedo a no verte
aunque
sea una vez más.
Al
morir la tarde
se
van lentamente mis amores
y
me quedo viendo a sus ojos
que
se mueven con leves temblores.
Cristales
de lluvia congelados
sobre
una blanca flor
ven
ahora hacia la nada,
y
en la nada se pierden con vos.
Parecen
globos de cristal
que
en las cuencas se alojan,
para
al instante estar mansos
cual
hojas secas que corren por el mar.
Siempre
los guardaré en mi pensamiento.
Me
gustaría tener en mis manos un libro
para
inmortalizar tus ojos en él.
Así,
entre mis sueños permanecerás
y
con ellos navego hacia un mundo más amable
donde
la felicidad sea amarte, sin perderles.
Una
gota de rocío temblorosa
otra
vez me hace enmudecer,
que
mueran las bacterias,
pero
que se quede Él.
Y
en éste mundo de fatales sueños
la
vida es como un leve cantar.
¡Mariposa
triste!... busca otra ventana,
no
suspires a mis negras rosas
que
ellas se fueron a navegar.
Y
la gota de rocío calló en mi boca
sal
en tristes notas me hacen afligir.
Toma
mi mano,
entíbiate
en mi pecho,
¡pero
quédate!...
¡No
me hagas más sufrir!
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 22/13
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