jueves, 11 de julio de 2013

EN MI BARCA [148]

EN MI BARCA [148]

Continúo mi viaje en mi pequeña barca,
el camino me donó muchas flores frescas
cardos enredados entre los azahares,
y un par de alas en el pensamiento
para que soñara...

Me regaló el tiempo,
un árbol para construir mi barca
donde caben mis ideales y la vida en ellos.

La tibieza del corazón entre coloradas montañas
hilos de seda que se destiñen
al paso de la corriente
y un par de ojos negros
para contar las estrellas.

Tanto me dio la vida,
no me había dado cuenta.
Una madre para adorar y un padre bueno,
una gran familia que entre los afanosos tiempos
a pesar de las espinas,
también tienen perfumes en el alma.

Un maravilloso ángel que me dicta versos
tan blancos, como la aurora al abrir los ojos.

Hijos correlones sobre  caminos inciertos,
mis pies descalzos,
para sentir el frío de tus aguas.

Y me dio dos luceros para verte,
las estrellas enredadas en la luna;
el verde adornado de colores de los bosques,
el cantar de los grillos y las ranas.

Y a este paso, quiero ir despacio,
un poco de tiempo más que otros...

¡Me siento regalada!
Muchos premios
que sin merecerlos 
se desvían de a poco
entre su cauce...

Y me regaló el aliento... el hálito…
para contar de nuevo que muevo mis alas,
y a los lejos, el sol naciente,
haciéndome guiños
entre las heridas de las montañas.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, julio 11/13

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