CIELO
MÍO, MI AMOR (23)
Al
detallar la imagen en el lago
me
asombro, cielo mío,
ante
la majestad de tu belleza
pintada
de oro, en el corazón de un espejo,
y
en la inquietud de mi alma.
Te
descubro en medio de todo.
Eres
el Dios sin voz
que
me regala el aliento
y
me hace suspirar de amor,
ante
las rosas que vuelan al viento.
Y
no es casual ver tus obras
escondidas
en tan extraño espejo.
¿Es
tu alma quien se esconde?
¡Dímelo
Pintor de amores!
¿Eres
tú, el aliento en mis pulmones?
Un
regalo hermoso mi hoy.
Éstos
segundos escuchando tus sones
que
en labios y manos, hace sonar el torbellino,
regalando
tu corazón a todas las hojas
que
bailan un son marino.
No
es casualidad amor mío que te quiera tanto…
Que
busque en mi silencioso nido, tu huella,
y
que en mi soledad te presienta
si
escucho trinar un ave solitaria
que
prisionera vive en una jaula.
Eres
mi fantasía.
Mi
sueño nuevo enfrascada en locuras.
Mi
real estrella son tus ojos,
y
el amor que tanto anhelo
es
como una gota de rocío que brota
desde
tu corazón amante,
y
luego se convierte en cascada
para
retornar en la bruma suave
a
formar algodones en el cielo.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 28/13
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