ANOCHE [88]
Anoche
sentí que tu alma
compuso
una sinfonía con la mía.
En
una carrera loca de oficios
despertaba
viendo a tus ojos,
quería
tomar tus manos
pero
siempre te alejabas.
Al
fin, una fuerza extraña unió las líneas del alma,
pude
acercarme y pegarme de tu piel,
y
con ese impulso incontenible del amor
te
dije al oído: Te quiero...
Tu
respuesta fue el silencio,
un
eterno silencio
que
se quedó prendido de mis labios.
Pero
desperté,
y
volví a mi triste realidad.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
julio 18/13
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