PLUMAS
[66]
Dios
está presente
en
cada pluma
que
mueve la brisa.
Sus
miradas son el acierto
de
una mano invisible.
La
vida es el milagro
más
hermoso que existe.
¿Estamos
valorando
éste
magnífico regalo?
No
estemos por ahí ociosos
pensando
en la maldad,
creyendo
que el dinero
es
el rey del mundo
cuando
el verdadero príncipe
es
el amor.
Que
nuestro paso
deje
huellas imborrables,
que
una caricia sea más que un látigo
y
un beso, más que el desprecio.
¡Vamos!...
Camina
conmigo
que
estoy tratando de ser mejor.
Ayer
me quejaba mucho por todo,
ahora despierto bajo una ruana
abrigada de sol
y
busco en el lago apacible de unos ojos
aquélla
paz que a ratos dejamos escapar
porque
hemos dado paso al odio,
y
olvidamos el perdón.
Toma
esa pluma que lleva la brisa.
¡No!,
mejor déjala caer
donde
el destino desee,
puede
ser el alma de alguien
que
busca un alero,
tal
vez la tuya,
que
ha salido un momento
para
encontrar en las sombras,
un
poco de paz.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
junio 17/13
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