PAYASOS
[147]
Al
verme al espejo descubrí algo:
Soy
tan payaso
como el resto de mundo que me circunda.
Ahí
está la magia, seguir siéndolo,
pero
sin dañar a nadie.
Sonreír
a pesar de todo,
y llorar en silencio,
escondida
en mi propio rincón,
pues
a ratos nuestro dolor puede gustar a otros
y
nuestras alegrías,
serán
heridas para quienes nos odian.
Detallo
las sombras de la muerte.
Se
avecina, callada y sigilosa…
A
mi espalda me hace guiños y sonríe,
como
quienes causan el mal y pronto olvidan.
Payasos,
eso somos.
Tristes
caminantes que muestran los dientes
a un espejo muerto,
a
esa huella que marcha si deseas,
y
regresa a verte a través de tu propio antojo.
Dame
un beso de tus tristes labios
y
llora un momento ahora,
para
que puedas escuchar sus carcajadas.
¡Píntate
de nuevo!
Se
ha corrido la pestañina
y
tu traje de luces
ha
perdido el brillo.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
junio 4/13
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