miércoles, 5 de junio de 2013

COLIBRÍ (137)

COLIBRÍ [137]

De un atardecer me hice dueño
volando de flor en flor tan contento,
y entre magistrales vientos
tu aroma, mi amor, mi sueño.

Mi cantar no es de jilguero
pero a ellas les asombra,
se enamoran como yo del sol
que tornasola mi pequeña imagen,
llenando mi vida de arreboles.

Admiro la belleza de las flores
son mi felicidad, mi fuerza…
Entre su pecho me embeleso
para quedarme con su dulzor
al entregarles tan solo un beso.

Llevo prisa, siempre será así...
Me esperan pequeñas perlas,
Su tibieza me sorprenderá con tonos dorados
al encontrarlos con el pico abierto
y el mío cerrado.

Es mi fin el amor, para él vivo.
Soy esmeralda regalada del cielo
sin conocer de valores terrenales,
pero sí de jardines celestiales
a donde al fin retornaré en silencio.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, junio 5/13




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