VOLANDO (52)
Hoy es mi día para agradecer.
Hay tanto en mi corazón que a ratos lo olvido,
por cada suspiro en mi pecho,
por cada dolor que permite continuar otro trecho.
Extiendo
mis alas y te busco en la oscuridad,
te llamo a pleno día, aunque me lastime el sol.
Mi confianza en ti no me deja caer,
mi fe en ti me permite avanzar.
Chillo de día y de noche...
Hay una roca pesada dentro de mí,
una congoja que no puedo evitar
y en medio de todo quiero sonreír.
Mis garras tienen el filo de la vida,
sus tibiezas me sostienen,
sus carreras me avisan de un mañana
y promete mi pico dulces consuelos
aunque a ratos esté apagada.
Regálame tus ojos negros...
Te haré ver el horizonte violeta.
Agradecido callarás y te pondrás frío
y volaré de nuevo llena de contento.
Déjame enredar en tu pequeña choza mis alas
contigo me sentiré cobijada.
Ahuyenta falsas miradas y palabras
y déjame volar... volar... volar siempre,
con mis torpes palabras.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 21/13
No hay comentarios:
Publicar un comentario