sábado, 18 de mayo de 2013

MYRIAM (64)

Myriam y mi madre. Es una pena que no pueda ver las imágenes, mi madre la ve a los ojos, es su niña vieja, parecen de la misma edad, pero para mi madre siempre será su niña triste. 


MYRIAM (64)

La más linda de todas, es Myriam.

Su rostro más blanco, sus andares más finos,

Semeja una potranca de muy buena alzada,

Y aquéllos jirones dorados, esa mirada violeta
Que en tristes ocasos, vio marchar a su amado.

De su juventud, sólo vestidos y trapos.
Trabajo y trabajo, tejiendo, hilando, limpiando…
Sirviendo aquí o allá por muy poca paga
Hasta que el amor se ocultó tras la puerta
Y vio ella era la dama que anhelaba.

Veloz como un rayo viajó la muchacha.
Recuerdo que todos lloramos,
Me acosté en su cama, abracé su almohada,
Extrañaría también, esa dura chancla de nylon
Pero no vería más a mi querida hermana.

Mi madre sintió desconsuelo… /su mano derecha
La niña de sus ojos a quien tanto amaba
Deseaba un lucero que brilló para ella,
Pero al poco tiempo, se quedó sin nada.

De aquéllos amores, un joven le queda:
Se llama Fernando, le dicen “Quirico”
Por muchos amado, por otros no tanto,
Pero es el consuelo que le ha quedado
De aquéllos pocos días cambiando sábanas
Arropando dolores que a un joven, de a poco,
Lo volvieron viejo remendando heridas.

De mi cuñado su recuerdo… un recuerdo amado.
Sus bromas, sus risas… su juventud ajada,
Un cáncer que robó todos los sueños
Que tantas veces reclamaba.

Te regalo todo lo que tengo
Y a cambio me das tu salud, -decía-.
Marchando a otras tierras lo dejé muriendo
Sin retorno luego marchó llorando,
Abrazado de aquéllos jirones dorados
Que tanto amaba.

Myriam está recostada, 
Le siguen aquéllos dolores,
Su cabeza que clama un remedio,
Sus viejos temblores, sus tristezas...
/ya me estoy volviendo vieja
Y un poco de alcohol en un pañuelo
Para aliviar aquél desconsuelo
Que se cristalizó en los sesos.

Ya cerró los ojos…
Se encuentra dormida.
¡Que expire un rato!, ¡que descanse un poco!,
En tanto mis manos entregan recuerdos
Que al pasar el tiempo, la brisa borra
Con el cortejo del viento que besa su aurora.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 18/13

No hay comentarios:

Publicar un comentario