lunes, 13 de mayo de 2013

MIS ALAS (111)

MIS ALAS (111)

Deja que mis alas broten cual retoños
para que descubras la grandeza de Dios.

Es tu tiempo el propicio,
es su don el regalar, donar,
como el compás de una cascada
que se abrillanta con el mar
y se luce con el sol.

En una rama donde ya no hay brotes
se empeña una flor en sobrevivir,
el aroma del bosque es una llama
que por pasión, no se debe extinguir.

No hay brillo sin adoración…
No hay oscuridad donde la luz se admire
ni tristeza, donde una alegría nos permite resistir.

Ni habrá veranos, donde la lluvia no sea un goce,
ni primaveras, donde alguna flor marche
y su aroma quede, entre la brisa que la vio nacer.

Me resisto en mi pequeño árbol y empiezo a trinar:
¡Qué divina es la vida!
¡Qué mágico un nuevo día iniciar!

Qué bello saber que a pesar de todo
estamos aquí... empezando algo;
dobladas las rodillas
abiertas nuestras alas
bendiciendo el amor.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 11/13

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