jueves, 16 de mayo de 2013

ME ASOMBRA (92)

ME ASOMBRA (92)


Me asombra la gente mañosa,

el temporal que daña mis instintos,

el amor pasajero, cual mi sombra;

tu locura, y la mía en el olvido.



Cambian las personas,

se alejan, parecen gaviotas en la mañana
y regresan de a poco las que fueron,
en tanto, otras, se quedan rezagadas.

Una extrañeza me toma y enmudezco,
si a la luz de un candelabro te descubro.

Una luciérnaga es luz en la oscuridad,
y la bondad se olvida, el amor castiga,
si lo entregamos en verdad.

¡Qué difícil se ha vuelto la amistad!
Confiar en los demás es un castigo.
Se develan los secretos entre orgías,
ríen las hienas si nos hieren,
y confiadas continúan…

¿Pero a una gaviota herida quién defiende?
Se deja llevar apacible por las olas,
sus ojos se destiñen con el sol abrasador;
deja de suspirar y calla el poeta,
y al fin, dobla sus alas y olvida,
que alguna vez existió.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 16/13 



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