MADRE MARIPOSA (34)
Plasmaría los colores de su obra
en una
mariposa.
Prisionera vivió mucho tiempo,
para mostrar a todos
que nuestra vida
es como la de ellas,
efímera.
Su
hermosura, liviana y veloz,
adorno de una cascada,
mágica como su vuelo,
que se
estancará en un instante
en el camino que le toque,
feliz siendo ella, cerrando sus ojos,
sin imaginar si está viva
o resucitando de nuevo,
o resucitando de nuevo,
pero al
fin y al cabo,
agradecida de su destino mágico,
pareciendo hada o Princesa a la
vez,
prisionera y carcelera
de su propio destino.
de su propio destino.
Al
levantar vuelo
decidió que sería mi Princesa,
decidió que sería mi Princesa,
y en sus ojos de claro verdor
se entretuvo una estrella de luz
para que continuara su viaje,
y un frío cubrió su
ropaje de colores,
para eternizar su imagen en el arco iris.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
mayo 25/13
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