SOBRE
LOS NEVADOS [58]
Cerré los ojos cierto día.
Todo era luz, magia eternidad...
Eran los blancos y los naranjas
el color de la vida,
la
obra de mi Pintor.
Aquí sobre los cerros,
en las inmensas planicies;
un dragón dormido despierta,
y de su vientre
un
cántaro de miel derrite…
Sí, cerré los ojos cierto día,
y al abrirlos,
te descubrí...
te descubrí...
Raquel Rueda Bohórquez
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