viernes, 19 de abril de 2013

NUESTRO CHICO [69]

Nuestros chicos. A la izquierda Anderson y mi hijo.
Mi muchacho fue quien vio el accidente y lo llevó a la clínica con un
lamentable final.


NUESTRO CHICO [69]


Ahí estás, el destino te puso al lado de alguien. 

¿Podemos comprender la vida?
No comprendo, pero hay un misterio
que nos hace doblar las rodillas,
nos permite ver hacia atrás
y encontrar casualidades.



La providencia, la suerte, el destino…

¿Quién se encarga de probarnos?
Sobre el fuego seremos vencidos,
nuestra vanidad agotada antes de la aurora.



Allá estás mi niño,

Con tus calcetines azules,
con el sonajero de tu alma
en nuestro corazón
haciendo preguntas sin respuestas.



Y vaga una golondrina en el cielo,

el tornasol de sus alas te recuerda,
danza con el brillo de otras tierras
que se nutren de polvo de estrellas.



Ahí estás, congelado en el tiempo,

y nuestro dolor cada día más profundo.

Pero hemos de soltar las amarras
para comprender que será también mañana,
tal vez ahora mismo,
que debamos volar a tan incierto camino
donde las sombras serán luz en otro ocaso
en otras madrugadas...



Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, abril 19/13 

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