LAS
ORQUÍDEAS [121]
En todo tiempo las orquídeas
con efluvios a mayo,
con aliento a María.
En todo lugar las orquídeas
con sus divinos y suaves colores,
nuestras Catleya reina de amores
que nos deja en la mirada
esas curtidas melancolías...
Y es que mi madre las amaba
las cultivaba con gran fervor.
Se descolgaban enormes gajos
para cantar luego, besado en aromas,
En todo tiempo las orquídeas
con efluvios a mayo,
con aliento a María.
En todo lugar las orquídeas
con sus divinos y suaves colores,
nuestras Catleya reina de amores
que nos deja en la mirada
esas curtidas melancolías...
Y es que mi madre las amaba
las cultivaba con gran fervor.
Se descolgaban enormes gajos
para cantar luego, besado en aromas,
feliz
un ruiseñor.
El colibrí de verdes plumas
esmeraldas en viaje, las consentían,
y de sus alas un suspiro dejaban
para bendecir a la reina mía.
Volverán el próximo año,
nos traerán las brisas de nuevo
un extraño olor a primavera
que en un mutis se queda
a los pies de la doncella.
Volverán con los gorriones, ¡lo sé!,
abrirán sus enormes brazospara recibir al sol
con besos de diamantes voladores
cuando su sexo exhiban,
y a sus amores entreguen
El colibrí de verdes plumas
esmeraldas en viaje, las consentían,
y de sus alas un suspiro dejaban
para bendecir a la reina mía.
Volverán el próximo año,
nos traerán las brisas de nuevo
un extraño olor a primavera
que en un mutis se queda
a los pies de la doncella.
Volverán con los gorriones, ¡lo sé!,
abrirán sus enormes brazospara recibir al sol
con besos de diamantes voladores
cuando su sexo exhiban,
y a sus amores entreguen
miel
derretida.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 8/13
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 8/13
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