AL VIENTO [27]
Busqué en cualquier bosque una lanza,
disparé una flecha, al atorrante Cupido,
bajó un coco desde su alta palmera,
y se quebró sobre una roca
llamada olvido.
Y la torta gigante que mata mis hambres
con ese bendito color de los días inciertos;
mostró que era más que un lucero,
y con una oración
calmó mis desvelos.
El niño gigante
Busqué en cualquier bosque una lanza,
disparé una flecha, al atorrante Cupido,
bajó un coco desde su alta palmera,
y se quebró sobre una roca
llamada olvido.
Y la torta gigante que mata mis hambres
con ese bendito color de los días inciertos;
mostró que era más que un lucero,
y con una oración
calmó mis desvelos.
El niño gigante
de grandes silencios
guardó la espada;
guardó la espada;
lloró con los vientos
para que alguien escuchara
para que alguien escuchara
de su agónico pecho,
que ya no tiene a nadie
a quien cantar sus lamentos.que ya no tiene a nadie
Raquel Rueda Bohórquez
26 4 13
No hay comentarios:
Publicar un comentario