VISITA
[90]
Fui
por tu rinconcito a dejar un beso
una caricia sin desperdicio,
que
inicie desde tu cuello
y termine donde lo desees...
Pasé
un segundo por tu establo,
estabas viendo hacia las montañas
cerca de un manso arroyuelo.
Ahí
pastaba en tu espera,
descubrí que eras todo lo que amaba,
pude ver un amanecer sin que duela.
La
brisa trajo tu olor,
escuché el latido de mi corazón
y tus pasos altaneros dejaron de sonar.
Una
brisa ligera me advirtió que no era yo,
busqué una roca para descansar
había una potra cerca de ti,
con más ardor en sus ancas
y más pereza para amar.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
marzo de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario