HOJAS
AL VIENTO L4R [31]
Pálida
se quebranta la hoja
enmudeció
para el otoño
y
en el verano mostró toda su belleza.
Brotó
en primavera
para
morir temprano,
hubo
una leve brisa
con
lluvia tempranera
que
la llevó rauda por el llano.
No
se oyó una queja ni lamento
y
al cantar del río se perdió.
Me
habló de amores bajo sus brazos
de
labios que encendieron su pasión.
Mis
manos parecían palomas tímidas,
Un
leve gemido me hizo olvidar
que
una historia será igual a la de una hoja
que
mecida por el huracán violento
cayó
y se hizo prisionera de una roca
tomándola
para siempre,
quedando
el talle de su sombra
y
la huella de su amor sobre la tierra.
El
rocío de la mañana hizo un anuncio;
la
pequeña que ayer estuvo viendo al ocaso,
se
perdió para siempre,
conjugándose
con el cielo azul
siendo
un punto más en el infinito.
De
aquél frondoso árbol no queda nada.
Una
sombra se parece a ella…
Unos
retoños que buscan su norte,
el
agua púrpura que corre por las venas
y
una mirada copiada en el verde esmeralda
se
quedó para siempre en las montañas.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
enero 22/13
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