SOBRE LA FLOR DE CEREZO (3)
He mecido mis sueños
de sutil mariposa al viento.
Ahí están, en silencio…
El mismo lucero en la noche,
la misma enredadera de extendidos brazos,
la empírica razón que alienta a continuar.
Se repiten los versos día a día,
así las visitas a tus abuelos
que parecieran marchar mañana.
que parecieran marchar mañana.
Las rosadas flores de cerezo
que no quieren desteñir su color,
que no quieren desteñir su color,
el cambiante tiempo, las madrugadas…
Danzantes olas sobre los acantilados
me recuerdan, que como una tromba llegaste a mi vida,
también como ella, marchaste sin tan sólo un “te quiero”
ni una razón valedera a tu soberbia actitud.
Los días continúan su inexorable viaje silencioso…
El viento pasa besando arrayanes del camino;
mis sueños en los tuyos no existen
y aunque parecieras ajeno
aunque distante de la flor que ven mis ojos,
mariposa azul, te sueño aquí conmigo
sobre la misma flor que abierta espera
un beso de sol cada mañana
mientras recuerdo tu mirada
que cautiva entre las ramas
observa en silencio.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 31/12
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