miércoles, 7 de noviembre de 2012

MAÑANA




UN MAÑANA

Correteo en tu búsqueda y te apartas
Quisiera tomar la luz que me llega 
Donde como silenciosos navegantes
Los árboles eligen sobrevivir
Y dejar un poco de sombra a mi vida.

Más luego… un poco desvanecida te advierto
En el fuego de tus ojos negros que viajan presurosos
En un ave que aletea veloz bajo una cascada
Allí donde la luz parece no llegar y florecen las orquídeas
Sobre las rocas, y un camino encontrado parece tener fin.

Me apresuro… tengo tanto afán y mi tristeza me duele
Me lleno de sombras, de rabias, de iras…
No puedo cambiar el mundo cruel que parece acosarme
Me revuelco entre mi propia pestilencia y finalmente
Cuando ya no puedo más…
Sollozo hasta empapar mi piel y me cobijo como un bebé
Doblo mis rodillas y me abrazo a ésta dura soledad.

En dónde estás amor… parece que llegaras vestido de paloma
Recostada en un infinito nácar no encuentro una razón
Pareciera que estuvieras… más sólo son mis sueños
Pretendo tocarte y se desvanece la luz entre los cerros…

Tomo un camino nuevo donde tal vez te ocultas
Un hada de colores me guía hacia ti
Un gorrión vuela y danza de rama en rama
Me drogo con pensamientos de amapolas encendidas
Pero se desvanecen a la par con mis ojos
Y un gran abismo se cierne arropado de tules,
Y como grandes copos de algodón,
Se mueven lentamente… con la pesadez de un tiempo que llega
Y la esperanza de un mañana contigo. 

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 6/12

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