sábado, 3 de noviembre de 2012

A UNA HOJA CAÍDA

A UNA HOJA CAÍDA


Nadie la recordará,
Pasará como el viento sin ser vista.

Dibujará su pálida sonrisa
Sobre desérticos sitios,
Y ausentes las miradas,
Nunca sabrán que fue parte de todo
Como nosotros mismos.

La hoja no tuvo tiempo de llorar
O todas sus lágrimas
Se entregaron sobre su verdor.

Decide donar su traje nuevo y dorado
Para volver fértil
Lo que otros destruyeron.

¿Recuerdan del verdor de aquéllos días?

También parecía musitar canciones al sol
Muy de mañana,

También tenía un alma
Dentro de su propia existencia.

Recorrió tantos inviernos sobre sí misma
Aferrada a un tronco
Que finalmente la dejaría libre
Quedando atrás, intensos veranos
 Y primaveras que la volvieron soñadora.


Ya libre, vuela a su antojo con la brisa
Se desvanece en silencio
Sobre cualquier esquina,
Busca un rincón
Donde su existencia tenga un fin,

Y descubre que todos
Tenemos una misión en la vida.


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, noviembre 3/12

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