martes, 16 de octubre de 2012

SOBERBIA



Heme aquí soberbia y altanera
Arrogante me he vuelto ante lo efímero
Desconfiada de aquéllos que me dieron una mano
Una patada a la vez con una palabra dolorosa

Donde quedara fuera de todo, tal vez sin un camino.

Véanme hoy… paseo como un ave de rapiña
Seduje lo mío ante las sombras
Clavé de mis garras sus puñales,
Me harté de sus heridas hasta ver palidecer sus rostros.

Cuántas veces me arrodillé sin bajar los ojos
Las heridas sobre mis rodillas, sangrante frente
Se afiebró mi corazón al consumirse
Murió mi alma sin un sueño.

Conocí del odio sin motivo
Se denigró de aquél que nada debe
Arrancadas las espinas de mis rosas
Creí beber de tu sangre los venenos.

Más luego, al ver marchar la mariposa de mis sueños
Un leve aleteo palpitó sobre mis manos
Una blanca flor adornó un jarrón viejo
Se encendió una vela, se buscó un pañuelo blanco.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 28/12

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