Recordaré por
siempre
Tus manos cuando la lluvia susurraba en nuestra piel
La tibieza de éste amor que se niega a desaparecer
Cuando las melodías retornan a mí ayer
Tus manos cuando la lluvia susurraba en nuestra piel
La tibieza de éste amor que se niega a desaparecer
Cuando las melodías retornan a mí ayer
Desvanecida una vez más pensando en ti.
Tu vientre como un roble firme
Donde dos rosas permanecen para mis labios
Y me fundo con ellas al cerrar los ojos.
Amado mío de silencios y de espumas viajeras
A donde estés te han de llegar mis suspiros
las hojas anuncian el paso de la primavera
Y mi corazón como una cascada se desborda
Humedeciendo de mi nido ansias locas.
Me quedo con un rayo de sol cada día
Ese recuerdo que se fundió conmigo
Me asiste y me desvela, cuando la música retorna
Y la lluvia besa las palmeras.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 13/12
Tu vientre como un roble firme
Donde dos rosas permanecen para mis labios
Y me fundo con ellas al cerrar los ojos.
Amado mío de silencios y de espumas viajeras
A donde estés te han de llegar mis suspiros
las hojas anuncian el paso de la primavera
Y mi corazón como una cascada se desborda
Humedeciendo de mi nido ansias locas.
Me quedo con un rayo de sol cada día
Ese recuerdo que se fundió conmigo
Me asiste y me desvela, cuando la música retorna
Y la lluvia besa las palmeras.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 13/12
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