
Imagen tigre blanco, zoológico de Barranquilla, colección privada.
Qué vano es todo cuando no hay amor, observo en detalle al verdadero depredador, y una honda tristeza me acompaña, mientras muero en silencio, o tal vez mis ronquidos fuertes anuncien el desespero en el que vivo.
Parece que un lago que me
han regalado, un espacio tan pequeño me debilita, y mi poder poco a poco se pierde.
Los cristales me separan de mi libertad y añoro cada día marchar... ya les quedará todo el espacio para que sigan con sus maldades.
Vendrá ese mañana en donde se sentirán tan avergonzados de su obra, que ya no habrá tiempo ni de llorar sobre un planeta convertido en tumba.
Los cristales me separan de mi libertad y añoro cada día marchar... ya les quedará todo el espacio para que sigan con sus maldades.
Vendrá ese mañana en donde se sentirán tan avergonzados de su obra, que ya no habrá tiempo ni de llorar sobre un planeta convertido en tumba.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 8/12
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