LUIS EL CANOERO/Luis Santos
Se levanta Luis temprano
con sus abaica tres puntá.
Toma el atajo por el valle del compae
Arrima a cuatro bocas por si está la comae,
Visita a la siete cueros, /lo enloquece María José…
Por ahí lo ven pasar como bala perdida
Sube, baja, se encarama encima…
Toma la canoa, la que conoce su vida:
Negro como la noche
Que está de estrellas parida.
No hubo red para echar… /¡nada había pescado!…
Se volvió fabricante de humanos, de preciosos surullos.
Los pasa de lado a lado para evitar la corriente
Como un valiente cruza los mares…
Desafía los ríos…
Tiene blanca dentadura,
Aún no encorva las piernas…
Tiene bonita figura, es bailador y cantor.
Le gusta probar sancochos con sabor a pueica fresca
Y en las noches, de regreso, sólo asoma las patas,
Por una hamaca de rayas
Que siempre cuelga en la sala…
Y se esfuma como la brisa
Para que no lo regañen
Esconde bolsas de tierra roja
Simulando que es oro,
Para mantener contenta
A la dueña de sus amores.
Y si de regreso, de aquéllas movidas llega,
Trae enorme sonrisa que le arropa las orejas.
Prende el equipo a todo mecho,
Para que los vecinos digan que ese viejo si es arrecho.
Grita a todo pulmón que tiene como 100 hijos,
Pero también afirma que a ninguno reconoce...
Y de goce en goce se pasa la vida.
¡Poechito Luis El Canoero!… ¡poechito patetortuga!
Con tanta brega que tiene
Aguanta la cantaleta de la vieja
Hasta la próxima calentura… jajaja!!
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, sept. 29/12
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