En este último deshoje de sueños y esperanzas,
Observo las ramas caer aprisa…
Doradas, rojas, aún verdes…
Pareciera un sueño la vida, creo que lo es,
En tanto suspiro robando al morichal su fragancia.
Sube la hiedra sobre las rocas, sin importar el mañana
Te invito con mi mejor sonrisa, lanzada sobre las resecas ramas
Como un acolchado que sólo espera tus abrazos…
Un beso al viento, la última mirada donde el brillo pareciera salir del alma
Entreabierto todo a tu amor, húmeda como las empapadas llanuras
Donde al fin, la sedienta toma del oasis, la invitación es el mejor acierto
Y el premio mayor espera con hojas lanzadas al viento, entre carcajadas;
Con este amor que se desvanece como un rama llevada por la fría corriente,
Como la vida que marcha aprisa, ligera, haciendo que entre la luz divina
La que penetra las ramas frondosas de mi árbol,
Sólo se dibujen las fantasías locas, retornando a un lecho de blanca espuma
Que desaparece lentamente, como la vida entre las sombras.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 30/12
Sube la hiedra sobre las rocas, sin importar el mañana
Te invito con mi mejor sonrisa, lanzada sobre las resecas ramas
Como un acolchado que sólo espera tus abrazos…
Un beso al viento, la última mirada donde el brillo pareciera salir del alma
Entreabierto todo a tu amor, húmeda como las empapadas llanuras
Donde al fin, la sedienta toma del oasis, la invitación es el mejor acierto
Y el premio mayor espera con hojas lanzadas al viento, entre carcajadas;
Con este amor que se desvanece como un rama llevada por la fría corriente,
Como la vida que marcha aprisa, ligera, haciendo que entre la luz divina
La que penetra las ramas frondosas de mi árbol,
Sólo se dibujen las fantasías locas, retornando a un lecho de blanca espuma
Que desaparece lentamente, como la vida entre las sombras.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 30/12
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