RECUERDOS DE AYER L1R
Creo que ha de ser ese anhelo
de patas que corrieron aprisa
esa pradera vestida de oro
donde la vida pasó veloz como un rayo.
Sueño amaneceres pasados...
atardeceres de tu mano ausente
y un aluvión de tristezas me conmueve
se agita mi pecho en convulsiones nuevas
de saber que es un día menos sin ti
y uno más que me acerca a la muerte.
Tu traje se parece al mío...
me regalaste el verdor de tus ojos
la blanca piel que se acanela con el sol
más bien un rojo escarlata como rosa al viento
y desaparezco entre mis manos
me abrazo a tu recuerdo
y tomo un café caliente
imaginando que eres tú quien me lo sirve.
Qué veloz pasó la golondrina...
casi no sentí sus divinas alas
un nido frío cala mis huesos
donde ya no estás, tus plumas el huracán las guía
y mis ojos empapados de lluvia sólo riegan
una lápida donde está tu nombre
y un ayer que no te olvida.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 27/12
Algo en mí murió
navego sólo en letras de recuerdo
danzo con una falda de satín viejo
pero rejuvenezco con los sueños.
Creo que ha de ser ese anhelo
de patas que corrieron aprisa
esa pradera vestida de oro
donde la vida pasó veloz como un rayo.
Sueño amaneceres pasados...
atardeceres de tu mano ausente
y un aluvión de tristezas me conmueve
se agita mi pecho en convulsiones nuevas
de saber que es un día menos sin ti
y uno más que me acerca a la muerte.
Tu traje se parece al mío...
me regalaste el verdor de tus ojos
la blanca piel que se acanela con el sol
más bien un rojo escarlata como rosa al viento
y desaparezco entre mis manos
me abrazo a tu recuerdo
y tomo un café caliente
imaginando que eres tú quien me lo sirve.
Qué veloz pasó la golondrina...
casi no sentí sus divinas alas
un nido frío cala mis huesos
donde ya no estás, tus plumas el huracán las guía
y mis ojos empapados de lluvia sólo riegan
una lápida donde está tu nombre
y un ayer que no te olvida.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 27/12
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