DUEÑOS DE NADA
Hola monito precioso, me gustaba compartir imágenes de animales, pero las bestias en que nos hemos convertido,
parece que son dueñas de todo lo que existe... ¡jajajaja!, yo sólo río... como si el diablo me tocara la cola...
creo que han rascado mis pulgas, si tan sólo del aire que respiramos... si tan sólo de la luz del sol que entra por
mi ventana... pero quién más que tú, mi dulce amor, para enseñarnos que somos unos estúpidos propietarios de
la nada...
Creo que me privaré de compartir imágenes de nuestros ángeles, de seres de luz que como tú, nos acompañan
cada día, tal vez tomadas por otras manos.
Propiedad... ésta palabra fue la que arruinó el planeta, es ella la res-ponsable de tanta miseria, de tanto engaño y
corrupción.
Me apropio por hoy de tu mirada, de tus zapatos negros de charol que corretearon por esa estancia, dejando sólo
alegría y felicidad...
Me adueño de ésta timidez de niño que cautivó tantos corazones, en un ruedo implacable que acabó contigo.
Dueños... propietarios... eso es mío... ¡jajjajaja!... yo sólo río mi dulce amor, sólo llegan carcajadas empujadas por
el propio demonio que nos aniquila cada día, sometiéndonos a una miseria de vida... pero tú... mi ángel candoroso
qué bien sabes lo que es propiedad...
Más hoy a pesar de tanta estupidez que raya en la locura, me atrevo a decir que me apropio de tu corazón... cada
segundo, me adueño de mis lágrimas sobre tu fría lápida que tanto desconsuelo dejó y tanto dolor tras tu marcha
forzada, cuando aún no eras propietario de nada, de tu celular de última tecnología, de un amor que quedó a la deriva
de todos tus sueños.
Planeta animal... planeta inundado de bestias malvadas que creen que todo es propiedad, sólo pasa tus ojos por el
estero... sólo mira en detalle el cielo... la fronda, el sendero lleno de rocas abrazadas por la hierra... todo es propiedad
de nadie... de la madre tierra que es la dueña de todo, y nada reclama, de ese Dios verdadero que nos posee cuando
a él se le antoje, sin pedir permiso a nadie...
Propiedad... jajajajjaa! ríe conmigo monacho... tenemos que darles una lección para que dejen de ser estúpidos...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 14/12
Hola monito precioso, me gustaba compartir imágenes de animales, pero las bestias en que nos hemos convertido,
parece que son dueñas de todo lo que existe... ¡jajajaja!, yo sólo río... como si el diablo me tocara la cola...
creo que han rascado mis pulgas, si tan sólo del aire que respiramos... si tan sólo de la luz del sol que entra por
mi ventana... pero quién más que tú, mi dulce amor, para enseñarnos que somos unos estúpidos propietarios de
la nada...
Creo que me privaré de compartir imágenes de nuestros ángeles, de seres de luz que como tú, nos acompañan
cada día, tal vez tomadas por otras manos.
Propiedad... ésta palabra fue la que arruinó el planeta, es ella la res-ponsable de tanta miseria, de tanto engaño y
corrupción.
Me apropio por hoy de tu mirada, de tus zapatos negros de charol que corretearon por esa estancia, dejando sólo
alegría y felicidad...
Me adueño de ésta timidez de niño que cautivó tantos corazones, en un ruedo implacable que acabó contigo.
Dueños... propietarios... eso es mío... ¡jajjajaja!... yo sólo río mi dulce amor, sólo llegan carcajadas empujadas por
el propio demonio que nos aniquila cada día, sometiéndonos a una miseria de vida... pero tú... mi ángel candoroso
qué bien sabes lo que es propiedad...
Más hoy a pesar de tanta estupidez que raya en la locura, me atrevo a decir que me apropio de tu corazón... cada
segundo, me adueño de mis lágrimas sobre tu fría lápida que tanto desconsuelo dejó y tanto dolor tras tu marcha
forzada, cuando aún no eras propietario de nada, de tu celular de última tecnología, de un amor que quedó a la deriva
de todos tus sueños.
Planeta animal... planeta inundado de bestias malvadas que creen que todo es propiedad, sólo pasa tus ojos por el
estero... sólo mira en detalle el cielo... la fronda, el sendero lleno de rocas abrazadas por la hierra... todo es propiedad
de nadie... de la madre tierra que es la dueña de todo, y nada reclama, de ese Dios verdadero que nos posee cuando
a él se le antoje, sin pedir permiso a nadie...
Propiedad... jajajajjaa! ríe conmigo monacho... tenemos que darles una lección para que dejen de ser estúpidos...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 14/12
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