jueves, 7 de junio de 2012

SUEÑOS

Foto: SUEÑOS


Sólo caminaba, a pesar de que parecía no tener pies
Volaba aún a sabiendas de que no tenía alas,
Hablaba y mi voz no era sonido alguno
Sólo era una extraña luz que comprendía y escuchaba
Aún a pesar de no tener oídos… ni boca, ni ánimo.


Me alimenté de los olores de los bosques
Eran inmensas las ramas, y bajo  ellas
El frescor  mecido en brazos de palmas de colores
Y bajaban de sus trajes verdes,  hermosos racimos de flores
Donde miles de colibríes de belleza sin igual,
Tornasoladas plumas que brillaban aún sin haber sol
Y tomaban la miel que en su interior existía,
Danzaban felices, y sus cánticos eran  melodías exquisitas.

Seguí caminando, sobre el aire… 
Desde arriba observé los inmensos lagos
Y allí plasmados con la magia del mejor pintor,
Se copiaban mis ojos, y las nuevas estrellas, y otro sol
Que no calcinaba mi piel pero lo iluminaba todo;
Y la noche era igual que el día y el sueño se había esfumado,
Y el cansancio no existía.

Decidí que me posaría sobre una rama de mágicos colores;
Y con la placidez de una cascada, que bajaba desde una gran montaña de seda,
Sentí el placer de vivir estando muerta, imaginando que lo que en otro sitio había,
Era sólo pestilencia, a pesar de que el dueño de todo había plantado una hermosa viña
Y también existían las aves del cielo, y todas las flores con las que adornó la estancia,
Pero me admiré de que aquí no había depredador, la maldad se había esfumado
Y todos sonreíamos, danzábamos en medio de las cascadas tibias,
Y aún a pesar de no tener frío ni calor, había un sentimiento de calidez y de miradas.

Descubrí un sendero, aún allí había otro sendero… pero éste era oscuro
Había inquietud en algunos que deseaban ir allí… y por su voluntad lo hicieron
Escuché gemidos,  llanto y agonía…
Y de nuevo vislumbré la luz, la otra luz violeta en donde estaba
Y volé con mis alas de cristal y me encontré con mis seres amados
Quienes dijeron que debía regresar…
Aún me faltaban muchas rosas para llegar allí…
Y desperté en medio de la noche con una gran zozobra…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 5/12

SUEÑOS


Sólo caminaba, a pesar de que parecía no tener pies
Volaba aún a sabiendas de que no tenía alas,
Hablaba y mi voz no era sonido alguno
Sólo era una extraña luz que comprendía y escuchaba
Aún a pesar de no tener oídos… ni boca, ni ánimo.


Me alimenté de los olores de los bosques
Eran inmensas las ramas, y bajo ellas
El frescor mecido en brazos de palmas de colores
Y bajaban de sus trajes verdes, hermosos racimos de flores
Donde miles de colibríes de belleza sin igual,
Tornasoladas plumas que brillaban aún sin haber sol
Y tomaban la miel que en su interior existía,
Danzaban felices, y sus cánticos eran melodías exquisitas.

Seguí caminando, sobre el aire…
Desde arriba observé los inmensos lagos
Y allí plasmados con la magia del mejor pintor,
Se copiaban mis ojos, y las nuevas estrellas, y otro sol
Que no calcinaba mi piel pero lo iluminaba todo;
Y la noche era igual que el día y el sueño se había esfumado,
Y el cansancio no existía.

Decidí que me posaría sobre una rama de mágicos colores;
Y con la placidez de una cascada, que bajaba desde una gran montaña de seda,
Sentí el placer de vivir estando muerta, imaginando que lo que en otro sitio había,
Era sólo pestilencia, a pesar de que el dueño de todo había plantado una hermosa viña
Y también existían las aves del cielo, y todas las flores con las que adornó la estancia,
Pero me admiré de que aquí no había depredador, la maldad se había esfumado
Y todos sonreíamos, danzábamos en medio de las cascadas tibias,
Y aún a pesar de no tener frío ni calor, había un sentimiento de calidez y de miradas.

Descubrí un sendero, aún allí había otro sendero… pero éste era oscuro
Había inquietud en algunos que deseaban ir allí… y por su voluntad lo hicieron
Escuché gemidos, llanto y agonía…
Y de nuevo vislumbré la luz, la otra luz violeta en donde estaba
Y volé con mis alas de cristal y me encontré con mis seres amados
Quienes dijeron que debía regresar…
Aún me faltaban muchas rosas para llegar allí…
Y desperté en medio de la noche con una gran zozobra…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 5/12

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