martes, 19 de junio de 2012

LA MARIQUITA SE VISTIÓ DE ORO




LA MARIQUITA SE VISTIÓ DE ORO

¿Quién vistió de oro mi traje?
¿Llenó de pepitas blancas mis alas?
Me dio sabiduría para comprender mi destino,
Aún sin un libro en mis manos, pareciera que sin voz
¿Y con mi tamaño tan mínimo que podrías pisotearme?

Desperté temprano y me descubrí un jardín para mí
Que podría limpiar las rosas del camino
Pero advertí sin quererlo que también hacía daño…
Más imaginé que alguna razón tenía mi pintor para esto,
Y no seguí haciendo preguntas.

La mañana está tibia, escucho el trino del zorzal…
Me encanta hablar de él, o del gorrión o del mirlo,
En tanto, las calandrias dibujan su pecho de rojo fuego
Y me roban un suspiro cuando empiezan a fabricar su nido
Y con pequeños saltos se invitan a una oración.

¡Qué bello es el amor…! ¡Qué hermosa es la entrega…!
Una pequeña paloma blanca decidió anidar cerca a mí
Su cántico triste parece un funeral…
Pero es allí donde está la grandeza de su interior
Pues al parecer que llora… canta…


Ha salido el sol y me oculto bajo una pequeña rama…
Tan propicio mi hogar, tan bellos tus ojos…
Tan divino el toque de tus manos
Que extiendo mis alas, levanto mi rostro
Y agradezco a Dios por éste portal
Desde donde cuido flores para otros.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 18/12

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