TU LEGADO...
Cada vez que escuche de nuevo tus canciones, que observe la radiola vieja tan amada, cada segundo que admire el cielo, que detalle un ave y una flor, una mariposa extasiada robando la miel del camino, estarás ahí mi madre santa, y estaré copiando tus enseñanzas que se tallaron en mi alma, tal vez nunca llegue a parecerme siquiera a ti, pero le pido a Dios que al menos pueda recordarte cuando me refleje en tus ojos copiados en los míos y pueda decir feliz que algo tuyo quedó en mí para siempre y éste regalo como esmeraldas tristes serán mi consuelo.
Te aseguro que la pajarera en que me convertiste está orgullosa por ese amor que plantaste en mí por los animales, por los verdes prados, por el canto del sinsonte y el dorado del toche, por cada anciano que pasaba y que tú socorrías con tanta dulzura, espero que alguno de tus dones sea copiado por todos y que seamos unidos, que no seamos ásperos y soberbios pues tu humildad para vivir fue el mejor regalo a nuestras vidas.
Quiero aceptar que sólo somos aves de paso, que la voluntad de Dios nadie la conoce, pero también que debemos obrar bien, pues todo el daño que hagamos se saldará aquí, y para mi jefe las cuentas son claras, tan luminosas y transparentes como la mirada de un niño y el brote de una semilla.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 14/12
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