miércoles, 2 de mayo de 2012

PITONISA


PITONISA

Ahí está mi bola de cristal sobre la mesa…
He descubierto esa piel morena sedienta de la mía
Unos ojos encendidos con llamaradas  silenciosas
Los brazos, fuertes y cobijadores que parecieran danzar con la lluvia.

Adivino tu boca… tan húmeda como tu pecho
Ardo en deseo, muero de placer al contemplarte
Lejos estás pero te siento dentro de mí
Palpita éste corazón mío y el cristal se quiebra.

Una nube fantástica te dibuja con la brisa fresca
Un olor a hombre exquisito y desnudo advierto
Sonrío con la misma perversidad que lees mi poema
Y  sin miedo, sin  pena ni vergüenza como mujer adulta
Que aún no ha probado la delicia de una entrega ardiente,

Absorbo desde la distancia tu pensamiento…
Levanto mis manos y enciendo las lámparas
Tu foto junto a mis labios… rezo varias oraciones
De nuevo hay silencio…  y el globo se convierte en azul de nuevo
Se mece… tan suave y cálido con las olas
Se copia de mar y de fantasías al invocar tu nombre…

Ya no puedo más… te he buscado y al fin te encuentro
Poseído de pasión, te agitas como un cerdo en la pradera
Y una carcajada se pierde contigo… mientras con una manta roja
Tapo de nuevo la ventana  y dejo de soñar con esa verraca luna nueva.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 30/12







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