sábado, 26 de mayo de 2012

ME ANTOJÉ DE TI MADRE HERMOSA



ME ANTOJÉ DE TI MADRE HERMOSA

Sabes madre que me antojo de ti cuando observo rosas rojas
¿Me entibio en ti cuando escucho un sinsonte y un papayero?
Las simples caminatas, quedaron en el olvido…
Tan bella cómo amabas, cómo orabas ante esas grises paredes
Pero tus ojos siempre en el infinito.

¿Recuerdas el Río Magdalena?... cuántas soñamos llegar ahí las dos
Yo tomada de tu brazo con ese caminar lento de niña pequeña
Y tus oraciones en el camino que no respondía… pero en silencio lo hacía,
Tal vez las dos nos parecíamos un poquito… sólo un poquito
Pues no alcanzaría ni siquiera tus talones…

Allí… en el agite de la vida, tu solitaria mecedora huele a ti…
Abrazo tu almohada de tus olores impregnadas y de nuevo la congoja…
A veces creo que todo fue planeado por nuestro jefe… el que compartimos siempre…
Pero él ha de estar enojado conmigo pues no cumplo muy bien con la misión…

En cambio tú mi reina… todas y hasta más…
Llena de candores mi blanca paloma marchó… sin un dolor más…
Pero en el camino mi patrón decidió llevar a tu niño amado primero
Tal vez aún había cardos en el camino y lo envío a limpiarte el sendero…

Hoy te traigo como lo hacía de vez en cuando unas flores rojas…
Las mismas que hurtaba de tu jardín… tan menudas y pequeñas
¡Pero con qué amor las recibías madre mía…!
Como si fueran las más preciosas alguna vez donadas
Y ese abrazo tan tibio quedaba en mi regazo con una palabra que no brotaba
Como ese manantial de las tuyas que nos dabas cada día.

Te quiero madre… qué mujer tan bella se ha llevado el Señor…
Qué Diosa tan tierna adorna ese jardín de eternas primaveras
Vendrás por mí reina mía… caminaremos descalzas ya sin agonía
Y vendrán las aves sobre nuestros hombros y seguiremos pajareando
En ese cielo azul para siempre.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 25/12

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